Hacer un estudio del tráfico vertical lleva más trabajo del que puede parecer, sin embargo, es imprescindible para poder definir una de las instalaciones fundamentales en un edificio: el ascensor.
Y es que, el clarificar la cantidad de ascensores que ha de haber en un edificio, el tamaño, y el tipo o modelo a instalar, responde directamente a las necesidades de movilidad vertical dentro de éste, y en especial a las horas punta de máximo tránsito de personas.
Análisis del tráfico de personas en ascensores
Para hacer un estudio de tráfico vertical, se han de tener en cuenta parámetros como el número de plantas, la superficie por planta, la distancia entre pisos, la población en la planta, el descanso del edificio, la situación de la parada principal, y mucho más. Se trata de un profundo y laborioso análisis del edificio que deberán hacer profesionales del sector con experiencia y amplios conocimientos.
Este análisis previo es muy importante para poder definir la mejor configuración del ascensor que se va a instalar en un edificio. Por tanto, si tenemos los datos de demanda de transporte correctos (población y uso del edificio en cada planta), podremos definir mejor la capacidad de transporte del ascensor, sus especificaciones, velocidad de apertura y cierre de las puertas, modos de control, etc.
Sistemas de gestión de tráfico en ascensores, ¿para qué sirven?
Son muchas las soluciones para controlar los ascensores, y también los dispositivos de señalización acústica u óptica que hay para orientar a los usuarios. Cuando un pasajero se sube en un ascensor y pulsa el botón de llamada, inmediatamente el aparato elevador se pone en marcha y la cabina se detiene en su piso de destino. A esta acción se le llama maniobra, y todos los ascensores cuentan con circuitos de maniobra diseñados para obedecer órdenes de pasajeros sin preparación técnica.
El salir del ascensor con total seguridad en la apertura de puertas, y bajar sin peligro de que éste vuelva a ponerse en marcha por cualquier otra llamada, se consigue gracias a los circuitos. Incluso en acciones vandálicas en botoneras, puertas, etc., los ascensores disponen de sistemas de seguridad para que no haya riesgo de accidente o daño alguno.
Por este motivo, es tan importante estudiar el tráfico vertical para edificios, y elegir la maniobra que más se adapte a las necesidades de transporte vertical; ya que de ello dependerá un mayor confort, rapidez y unos tiempos de espera más reducidos. Los profesionales en el sector sabrán hacer perfectamente los cálculos para conocer cómo responder a las necesidades del edificio.
La importancia de la calidad del servicio de transporte en los ascensores
La tarea principal de los ascensores es la gestión del tráfico, tanto de pasajeros como de mercancías. Por tanto, todo lo que se transporte en su interior debe hacerse con la más alta calidad de servicio. Si el servicio de transporte entre la planta de embarque de un ascensor y el resto de las plantas es ineficaz, la calidad de éste en el edificio será inaceptable.
Esta “calidad del servicio” viene determinada según el conjunto de exigencias de los usuarios de un edificio, y se puede medir teniendo en cuenta:
Tiempo de espera: a la hora de viajar en el ascensor es el tiempo que pasa desde que la persona llama al ascensor en su piso, hasta que éste llega y la puerta de abre para poder entrar. En este sentido, los técnicos cuentan con una norma internacional para regular y limitar los tiempos de espera con unos valores máximos que se pueden admitir en base a las características del edificio donde se van a instalar los ascensores.
Tiempo destino: se trata del tiempo que pasa desde que la persona registra su llamada dentro del ascensor, y espera hasta que el ascensor llega al nuevo piso y se abren sus puertas.
Esperas prolongadas: se trata del porcentaje de llamadas con tiempos de espera mayores a 1 minuto y medio.
Paradas intermedias: es el número de veces que el ascensor para por cada piso, y deja entrar y salir pasajeros.
El transporte vertical según sectores
Uno de los aspectos a tener en cuanto a la hora de diseñar un ascensor será sin duda el destino del edificio. No tendrá las mismas configuraciones y dimensiones un ascensor de un edificio de viviendas, que uno de un hospital o centro comercial, ya que las necesidades de tráfico y servicio no son las mismas.
La forma más gráfica de analizar el tráfico de personas por sectores es con la representación de flujo de usuarios en función de las horas del día.
Tráfico en un centro comercial: en las primeras horas de la mañana se ve la incorporación de personal que trabaja en el centro comercial, seguido de un aumento de tráfico con la llegada de clientes. Hacia el mediodía, en cambio, observamos una bajada del flujo o tráfico de usuarios debido a la hora de comer. Más tarde, observamos unos altibajos que corresponden a los estudiantes que salen del colegio y de los trabajadores que salen de su jornada laboral. Ya en las últimas horas observamos los últimos movimientos de clientes.
Tráfico en un hospital: a primera hora de la mañana se nota un aumento del tráfico de personas en ascensores que llega hasta casi la hora de la comida, donde ya empezamos a ver altibajos. Ya por la tarde, empezamos a ver concentraciones de tráfico asociadas a las horas de visita a los pacientes. Y, en cuanto al flujo de camillas y cargas, se registran picos a las horas de servicio de comidas a los enfermos.
Tráfico en un edificio de viviendas: a rasgos generales, no hay muchos picos destacables y la distribución del tráfico de personas es bastante suave. Aparecen, no obstante, puntos más álgidos que corresponden a los horarios de comida, cena y de colegios.
Flujo variable de usuarios en el transporte vertical
Analizando estos datos, se puede apreciar que hay una alta dispersión de resultados en función del destino del edificio, ya sea un centro comercial, hospital o edificio de viviendas. En general, en los tres casos, a lo largo del día el flujo de usuarios varía y destacan horas punta en las que se congestiona considerablemente el tráfico vertical.
Por tanto, dependiendo del tráfico de personas en ascensores que haya, uso del edificio y otras muchas variables a tener en cuenta, la instalación del ascensor tendrá mayor o menor complejidad. Así que, sea cual sea el destino final de la instalación y el movimiento de personas a lo largo de la jornada, los expertos en tráfico vertical deberán encargarse de conseguir unos tiempos de espera o márgenes admisibles para que la calidad del servicio sea óptima.
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